Te quiero, pero lejos de política

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La reciente determinación del parlamento peruano que elimina los movimientos regionales del panorama político ha generado una serie de interrogantes. Al margen de los argumentos de los legisladores, es necesario algunas interrogantes: ¿Son los movimientos regionales importantes para la democracia peruana? ¿A quién realmente beneficia su eliminación? Te quiero pero lejos de política.

En las elecciones del 2022, de los 25 gobiernos regionales, los partidos políticos solo lograron ganar un número limitado de regiones como Somos Perú que obtuvo seis gobernaciones, Alianza para el Progreso dos y Avanza País una. El resto de las gobernaciones fueron conquistadas por movimientos regionales. Esto refleja que la población prefiere organizaciones políticas cercanas y representativas de sus realidades locales.

La tendencia se repitió en el ámbito municipal donde los movimientos regionales ganaron el 56% de los municipios distritales. Esta preferencia por lo local pone de manifiesto un alejamiento del recuerdo de cupulas dirigenciales que imponen candidaturas y prefieren a quienes representan mejor las necesidades de cada localidad.

Entonces, ¿por qué eliminar a los movimientos regionales? Con los resultados electorales desfavorables para los partidos nacionales en las últimas elecciones regionales y municipales, parece haber un interés por parte de ciertos sectores políticos en reducir la competencia electoral en provincias y distritos.

Esta estrategia se asemeja a un intento de controlar el mercado a limitar la oferta electoral. ¡Controlar el mercado y la demanda es un disparate! No funciona en productos, tampoco en servicios.

Además, la obligatoriedad del voto y al eliminar movimientos regionales se podría manipular la oferta electoral y direccionar los votos hacia un sector político específico. Históricamente, los votantes del centro al sur del país tienen una inclinación hacia opciones de centro izquierda en elecciones presidenciales. Esto podría beneficiar a Antauro Humala. ¡Nadie sabe para quien trabaja!

En conclusión, la eliminación de los movimientos regionales no solo amenaza la diversidad y representatividad de nuestra democracia, sino que también plantea un riesgo de monopolización política. Mantener una oferta electoral diversa y competitiva es fundamental para una democracia saludable, y cualquier intento por restringirla debe ser muy analizada.

Domingo, 02 de junio del 2024

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