Con el desabastecimiento del gas GLP (Gas Licuado de Petróleo), tal parece que la popularidad del presidente Ollanta Humala continuará a la baja (Ipsos Perú 21%). Y es que por lo general el incremento en el precio de combustibles para cualquier gobierno trae consigo otras complicaciones e incluso otros recuerdos y descontento.
La escasez y la consecuente subida del precio por litro de GLP, afecta de manera directa e inmediata a la población, especialmente a miles de transportistas (taxis y colectivos) que amenazan con el incremento de pasajes, pues hoy tienen que pagar más del 50% en combustible que hace unos días y quienes también fácilmente recuerdan la promesa electoral de Ollanta Humala de bajar el gas a 12 soles, pero claro, hoy según el presidente, él se refería al gas natural que aún no es masivo.
Desde el Ministerio de Energía y Minas explican que hay factores que motivan la escasez y el incremento del precio de GLP, hoy se tiene una mayor demanda en el mercado, existe una baja producción de gas y se suma a ello la ruptura y problemas en los ductos de transporte. La única manera de compensar el desabastecimiento y controlar la especulación de precios es importando gas de otros países.
Nuestra economía se desacelera, a nivel internacional el precio del petróleo cuesta la mitad que hace unos años y el precio de los minerales se desploma. Necesitamos un “shock de confianza” y “shock de inversiones” para mejorar la inversión pública para obras de infraestructura y fomentar más la inversión privada para dinamizar la cadena productiva de nuestra economía.
Domingo, 24 de mayo del 2015
Diario Correo