Tal como están las cosas en el ambiente político peruano, parece que el tema de las elecciones anticipadas ha pasado a un segundo o tercer tema de la agenda social. ¿Han sido derrotadas las manifestaciones? Es posible. El pueblo ha dejado de confiar en los dirigentes sindicales. La gente ya no participa de la protesta callejera a menos que afecte su metro cuadrado.
La agenda política de un país puede cambiar rápidamente dependiendo de los acontecimientos y las prioridades establecidas por los dirigentes y los ciudadanos. Pero, ¿quedaron derrotadas las protestas? La protesta pacífica es un derecho fundamental, ya que es una herramienta legítima para que los ciudadanos puedan expresar sus demandas y descontento con cualquier nivel de gobierno.
Sin embargo, es importante señalar que las protestas se lleven a cabo de manera pacífica y dentro del marco de la ley. Es posible que el vandalismo, la violencia en las calles y el daño a la propiedad pública o privada asustaron a la población que pudieron unirse a las movilizaciones.
La crisis política no se originó con la vacancia de Pedro Castillo, pero era un problema que se había arrastrado por años debido a una serie de escándalos políticos. La elección de Castillo como presidente en julio de 2021 y la sucesión presidencial con Dina Boluarte es otro capítulo de nuestra historia política sinuosa.
Si bien la elección de Castillo como presidente generó cierta polarización, todavía es prematuro afirmar el final de la crisis política. Las protestas pueden haber disminuido, pero pueden estar en retirada estratégica. El proceso de transición del poder generará nuevas tensiones debido a que el gobierno de Dina Boluarte carece de legitimidad política.
En cualquier caso, es importante destacar que la salida a la crisis política en Perú no depende únicamente de un cambio de liderazgo en el sillón presidencial, sino que también requiere cambios profundos en las instituciones y en la cultura política.
Domingo, 26 de febrero del 2023
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