No cabe duda, que, en el Perú, puede resultar fácil ganar un proceso electoral, muy difícil retener el poder político y es probable que al no llegar a consensos mínimos con otros sectores políticos será sencillo perder el gobierno.
Los peruanos vamos camino a una sociedad cada vez más horizontal. Los partidos políticos ya no canalizan demandas sociales como lo hicieron hace muchos años. Los ciudadanos en la actualidad tienen una forma directa de interpretar la política y lo que hacen sus gobernantes.
El expremier Héctor Valer culpó de su desgracia política a la prensa y los acusó de provocar una emboscada desde el sistema de medios de comunicación. Previamente, el vocero parlamentario de Perú Libre, Waldemar Cerrón tildó al periodista Fernando del Rincón de CNN como presunto sicario político. ¡Nada de eso sucedió!
La comunicación es inherente al ser humano. La comunicación política es inherente a todo acto político que realizan nuestros gobernantes. Sin embargo, para algunos políticos resulta fácil culpar de sus errores a los periodistas, pero lo concreto es que son sus propios comportamientos personales que tienen voz propia y pueden gritar con más fuerza.
Los problemas de gobernabilidad que tiene el presidente Pedro Castillo son parecidos con lo que ocurrió con Pedro Pablo Kuczynski. Ambos gobernantes no tuvieron amplio respaldo en primera vuelta, tampoco tuvieron mayoría parlamentaria con lo cual ya suponía que tendrían problemas de gobernabilidad. Y, finalmente sucedió la caída de PPK. ¡Es muy probable que suceda lo mismo con Pedro Castillo en las próximas semanas o meses!
El gobierno del presidente Castillo se desmorona, tiene más del 60% en desaprobación con lo que se aproxima a la hora cero de su mandato. ¿Qué medidas podría hacer? Por lo pronto, designar un Gabinete Ministerial que esté a la altura de las circunstancias y que goce de propio peso político para compensar el déficit de liderazgo que no tiene el maestro de Chota.
Domingo, 06 de febrero del 2022
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