En medio de una era marcada por la desconfianza y el desinterés, la política se enfrenta a un desafío sin precedentes: la pérdida de conexión con la ciudadanía. La grieta social. ¿Qué ha sucedido para que la política y los políticos sean vistos con desconfianza y desdén por gran parte de la población?
Los datos son claros y contundentes. Según un reciente estudio presentado por IDEA Internacional con el apoyo de IPSOS Perú, apenas el 15 % de la población se muestra informada sobre asuntos políticos. Esto significa que el 85 % restante, es decir, 8 de cada 10 personas, están poco o nada informadas de política. Esta grieta social es preocupante y refleja una desconexión profunda entre política y ciudadanía.
Aún más revelador es el hecho de que solo el 11 % de la población se muestra muy interesada en política y 27% algo interesada. Esto implica que el 62 % de la población carece de un interés en los temas políticos. ¿A quiénes van dirigidos la información de políticos que inundan los medios de comunicación y las redes sociales?
La respuesta a esta pregunta es compleja, pero fundamental para comprender la crisis de confianza en la política. La sospecha centra en que las élites mafiosas y los intereses particulares rodean a los políticos, utilizan a los políticos como peones en un juego de intereses para recuperar inversión económica.
Las mafias detrás de los políticos encuentran en la falta de interés y desconfianza de la población un terreno fértil para sus maniobras. Aprovechan las campañas políticas para acercarse a aquellos con mayor potencial de poder o fundan sus propios movimientos o partidos políticos como estrategia de negocio. Además, ante la falta de confianza en los políticos tradicionales, se aseguran de contar con sus propias estructuras para garantizar un retorno de inversión en caso de traiciones políticas.
Este panorama no solo evidencia la necesidad urgente de una renovación en la forma en que se hace política, sino también el papel crucial que juega los valores de la ciudadanía. El desinterés no es solo un síntoma de apatía, sino también de un profundo desencanto con un sistema político que parece alejado de las verdaderas necesidades y preocupaciones de la sociedad. ¡La grieta social!
Domingo, 21 de abril del 2024
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