Apenas terminó el proceso electoral municipal y regional para que una vez más la mirada de los peruanos se centre en los vericuetos del sinuoso gobierno del presidente Pedro Castillo. Y, mientras la administración gubernamental atraviesa por altos niveles de estrés político y mediático, la opinión pública observa con desencanto la promesa electoral defraudada a poco más de un año de asumir el cargo.
Cada semana aparece un nuevo acontecimiento que visibiliza más indicios de corrupción al más alto nivel del gobierno central, sin embargo, pareciera que la indignación ciudadana observa de reojo los acontecimientos políticos como si se tratara temas de otro país. ¿Tan superficial resultó la sanción política para quien defrauda la confianza popular? ¿Por qué la ciudadanía no sale masivamente a la calle para provocar la dimisión del cargo tal como ocurrió en contra de Alberto Fujimori, Pedro Pablo Kuczynski o Manuel Merino?
Será posible que las acusaciones políticas en el caso de PPK, Martin Vizcarra o incluso a Manuel Merino fueron más consistentes o no son comparables con lo que se le acusa a Pedro Castillo, y es por esa razón que la protesta ciudadana no está masivamente en la puerta de Palacio de gobierno.
Es cierto, que la ciudadanía respira su propia atmosfera política que por lo general se ubica muy distante del “círculo rojo” donde políticos, analistas y periodistas desearían su presencia para lograr incidencia política. Es decir, la población peruana vive el proceso político en medio de enfrentamientos y artillerías mediáticas que van en distinta dirección muy al margen de la protesta ciudadana. ¡Nada o muy poco importa la pelea de los políticos!
El silencio de la calle o la pasividad ciudadana ya es una respuesta política. Sin embargo, los políticos de izquierdas a derechas con sus respectivas variantes ideológicas deberían comprender que ese silencio tiene voz propia y que podría alimentar una combustión social para encenderse en cualquier momento y ante una simple chispa.
Domingo, 16 de octubre del 2022
Gracias por compartir