El «Gato Ron Ron» desde Palacio

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La reciente aparición de la presidenta Dina Boluarte, entonando la canción infantil «El Gato Ron Ron» durante una charla con escolares, nos recuerda lo complejo que es la comunicación en la era digital. Mientras que las palabras cuidadosamente elaboradas en un discurso presidencial pueden pasar desapercibidas, una simple melodía de la infancia se convierte en viral y captura la atención de la gente en cuestión de minutos.

En un mundo donde la inmediatez de la información es la regla, el contenido emocional tiene un enorme poder de difusión. La racionalidad, que debería ser la base de la toma de decisiones en la esfera pública, se ve opacada por la capacidad de una pieza comunicacional que evoca sentimientos para conectar con la audiencia. Es así como un fragmento de canción puede opacar horas de análisis y propuestas detalladas, como ocurrió con el mensaje presidencial del 28 de julio, del cual nadie o pocos recuerdan.

Pero, ¿qué nos dice esto sobre la comunicación política en la actualidad? En primer lugar, pone de manifiesto la volatilidad de las tendencias en redes sociales. Lo que hoy es viral, mañana es olvidado porque las publicaciones que se hacen virales tienen un carácter efímero en la mente de la gente que se desvanecen con el pasar de los días.

Y, peor aún es comunicar políticas públicas en la era digital con la intención de ganar el apoyo ciudadano. No basta con emitir un mensaje; el desafío es hacer que ese mensaje resuene, y para eso, debe conectar emocionalmente con el público. Aunque las redes sociales ofrecen una plataforma de difusión rápida, el contacto directo, el «cara a cara», sigue siendo una herramienta poderosa.

Es muy complejo comunicar en tiempos de redes sociales porque informar sobre una política de gobierno o ganar una campaña electoral se realiza por aire (redes sociales y medios de comunicación) y por tierra (contacto directo). Es en este espacio donde se generan recomendaciones boca a boca, donde la calidad de un servicio o producto se pone a prueba de manera directa. Un buen producto o una política bien articulada pueden generar recomendación positiva.

La canción del «Gato Ron Ron» puede ser un ejemplo simpático de cómo lo emocional puede dominar la conversación de la gente, pero también es una advertencia sobre la superficialidad de las tendencias digitales y la importancia de no olvidar lo esencial: el contenido y forma de lo que se comunica.

Domingo, 18 de agosto del 2024

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