En medio del bullicio informativo que inunda los programas de televisión y radio, donde la violencia y el caos parecen ser los protagonistas, los políticos peruanos han encontrado su propia forma de captar nuestra atención: nos abruman con sus metidas de pata.
El reciente capítulo de esta trama política nos trae a Julio de la Rosa, quien después de haber competido en elecciones contra el actual alcalde provincial de Huancayo, Dennys Cuba Rivera, ha decidido aceptar ser jefe del Servicio de Administración Tributaria (SATH), una entidad que recauda impuestos municipales. ¿Coherencia política? Bueno, eso parece ser un lujo que nuestros políticos de vez en cuando deciden ignorar.
Vivimos tiempos en la que la gente prefiere enfocarse en sus propias vidas y actividades cotidianas, relegando la política al rincón de sus preocupaciones. En este contexto, no es sorprendente que los cambios de camiseta política no llaman la atención ciudadana como si lo pudo ser hace décadas atrás. ¿Por qué mantener una postura firme cuando puedes deslizarte de un lado a otro como un político en una pista de baile?
¿Qué ocurre con aquellos políticos que deciden cambiarse de camiseta como quien cambia de opinión sobre el clima? Dos posibles efectos. En uno, sus seguidores se sienten traicionados, como si hubieran invertido sus emociones en una montaña rusa que cambió de dirección. En el otro, aquellos que podrían haber considerado votar por ellos confirman sus sospechas: ¿cómo confiar en alguien que parece cambiar sus principios en cada elección?
Tal vez exista acuerdos políticos entre alcalde y ex candidato que el público no conoce. Pero incluso si hubiera lógica detrás de estos movimientos, la percepción ciudadana tendrá su propia lectura y conclusión. Y aunque los políticos pueden pensar que están tomando decisiones estratégicas, a menudo se dan cuenta de las consecuencias demasiado tarde.
La falta de coherencia política no solo nos deja desconcertados, sino que también erosiona la confianza ciudadana. La política, en lugar de ser una fuerza impulsora para el cambio positivo, se convierte en una fuente de entretenimiento tragicómico. En un momento en que la ciudadanía está buscando líderes que sean consistentes y confiables, parece que estamos atrapados en un ciclo de giros y vueltas.
Domingo, 20 de agosto del 2023
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