Atracción fatal y frivolidad política

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En el intrincado de la política peruana, las tentaciones son como sombras que acechan a cada paso. Oscar Wilde, afirmaba que la única manera de enfrentar una tentación era ceder a ella. Este tema resurge hoy más que nunca, especialmente cuando observamos cómo los políticos se ven expuestos a un abanico de tentaciones, desde económicas hasta las más sensuales y sentimentales.

Uno de los escándalos políticos más recordados es el de corte sentimental que involucró al expresidente Bill Clinton y Mónica Lewinsky. El impacto de este escándalo internacional no se limitó al ámbito privado, sino que llegó incluso ante la deliberación del Senado estadounidense mientras millones de espectadores contemplaban ávidos por el morbo.

Cualquier escándalo político se convierte en artillería para los adversarios, quienes aprovechan la oportunidad para minar la credibilidad del afectado. El caso de Bill Clinton evidenció cómo un escándalo extramatrimonial se convirtió en un espectáculo mediático que mantuvo a la población cautiva, como si estuvieran siguiendo una serie de televisión.

Sin embargo, la respuesta ante tales situaciones debe ser tan estratégica como política. En un contexto donde la sensualidad del poder seduce a muchos, los políticos enfrentan un dilema: ceder a esas tentaciones o rechazarlas. Lamentablemente, en nuestra sociedad, muchos políticos son demasiado predecibles ante la atracción fatal en el ejercicio del poder.

El reciente escándalo de los relojes de Dina Boluarte es un ejemplo de cómo la frivolidad política puede convertirse en combustible para ataques en diversos frentes. Además, porque fue un acto de provocación ante la opinión pública.

Surge la interrogante: ¿por qué la ciudadanía no sale a las calles para sumarse al pedido de vacancia que claman algunos políticos desde el parlamento? Una posible respuesta es que, en la era de redes sociales, las personas están más concentradas en resolver sus propias preocupaciones, como asegurar el sustento de sus familias, que en seguir las frivolidades de algunos políticos o la teoría de la agenda setting.

En última instancia, la atracción fatal de la política, marcada por tentaciones y frivolidades, nos recuerda la complejidad de la naturaleza humana al momento de ejercer algún tipo de poder.

Domingo, 07 de abril del 2024

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