La dictadura en Venezuela y lo que callan los políticos. La permanencia de las dictaduras en el siglo XXI, con sus montajes y estrategias para manipular la opinión pública, no deja de sorprendernos. ¡Cuidado! Las farsas y manipulaciones siempre existieron en política. Los alemanes saludaron y marcharon cuando Adolfo Hitler juramentó al cargo. El caso de Venezuela, bajo el mandato de Nicolás Maduro, es una muestra de cómo los mecanismos de represión y manipulación son aplaudidos por algunos políticos de izquierda. ¡Hipocresía política y dictadura en Venezuela!
La reciente farsa electoral en Venezuela, en la que el régimen proclamó un triunfo sin transparencia, ha dejado una vez más al descubierto la ilegitimidad de su gobierno. Mientras la oposición, liderada por figuras como María Corina Machado, mostraba actas que evidenciaban un resultado distinto, el oficialismo se aferraba a un discurso vacío. Esta realidad nos plantea una pregunta incómoda: ¿En qué lado de la historia se posicionan quienes respaldan este tipo de regímenes?
Miremos la postura de ciertos sectores de izquierda. Partidos como Perú Libre y sus líderes como Vladimir Cerrón y otros políticos han expresado su apoyo a Maduro, ignorando deliberadamente las violaciones sistemáticas a los derechos humanos y la crisis humanitaria que ha obligado a millones de venezolanos a abandonar su país. Es una muestra clara de la hipocresía y del peligro que representa una izquierda que cierra los ojos ante la dictadura, mientras pregona discursos de justicia social.
En contraste, el presidente chileno Gabriel Boric ha demostrado que es posible mantener una postura de izquierda sin renunciar a la condena moral que exige una dictadura como la venezolana. Su declaración abierta en contra del régimen de Maduro es un ejemplo de coherencia y valentía.
La lucha contra las dictaduras no es sólo una cuestión de solidaridad internacional, sino también de responsabilidad histórica. Así como los peruanos lograron movilizarse para derrocar al régimen de Alberto Fujimori, los venezolanos tienen el desafío de emular ese ejemplo y reclamar su derecho a la democracia y la libertad.
No se trata de una elección política, sino de una obligación moral. Callar frente a la dictadura venezolana es ser cómplice de su perpetuación. ¡Hipocresía política y dictadura en Venezuela!
Domingo, 12 de enero del 2025
La naturaleza del poder político
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