En Perú, el Congreso de la República enfrenta una crisis de legitimidad política y desconfianza ciudadana. Con una desaprobación que alcanza el alarmante 81% (Ipsos Perú), es evidente que la población ha perdido la confianza en sus representantes políticos. Esta desconfianza generalizada, también impacta en otros niveles de gobierno y pone en riesgo la estabilidad democrática de nuestro país.
La desaprobación del Congreso refleja una profunda insatisfacción con la forma en que los parlamentarios ejercen su labor. Los peruanos perciben que los intereses personales y partidistas priman sobre el bienestar colectivo. Escándalos de corrupción, falta de transparencia y actitudes polarizadas han llevado a un clima de desencanto y desesperanza.
La desconfianza generalizada no solo se limita al Congreso, sino que impacta a toda la clase política. Los políticos son vistos como distantes, ajenos a las necesidades y preocupaciones de la población. Las promesas de campaña fueron remplazadas por la sensación de impunidad frente a actos de corrupción. Esto genera una brecha cada vez más amplia entre los políticos y la ciudadanía, que se traduce en apatía y desinterés.
Es muy probable, que el desinterés o apatía ciudadana traigan como consecuencia la elección de personajes totalmente ajenos a la política. Los peruanos ya vivimos, en la elección presidencial del 2021, que la gente elige a alguien que le llame un poco más la atención, y sobre todo, no se parezca a un político tradicional tal como fue el caso de Pedro Castillo.
La gente tiene sus propias preocupaciones en su vida diaria. En tiempos de redes sociales, la realidad se licua con todo tipo de información que llega a nuestros celulares para dar vida a una fuente informativa de escaso análisis político. La consecuencia de la desatención política, es la deplorable gestión de gobierno que tienen nuestros representantes.
La situación actual exige una profunda reflexión y acción por parte de todos los actores políticos y de la sociedad en su conjunto. La desaprobación del Congreso y la desconfianza política generalizada son síntomas claros de que las cosas no van bien.
Domingo, 25 de junio del 2023
Gracias por compartir