El presidente Pedro Castillo enfrentará una tercera moción de vacancia presidencial en lo que va de su mandato que comenzó en julio del 2021. Desde la vuelta a la democracia, en 1980, prácticamente todos los gobernantes terminaron con procesos judiciales e incluso en prisión a excepción de Fernando Belaunde. Y, al parecer, el presidente Castillo correrá por la misma suerte al dejar el gobierno, ya sea por vacancia o al término de su mandato.
Pareciera que en Palacio de Gobierno ronda la sensualidad de un fantasma con aroma a corrupción que atrae la mirada de los mandatarios y sus entornos más cercanos como fue el caso de Alan García (I y II), Alejandro Toledo, Ollanta Humala, PPK y Martín Vizcarra quienes terminaron con auspiciosos procesos judiciales.
La última solicitud de vacancia en contra del presidente Castillo fue presentada con el respaldo de 73 congresistas firmantes que representan a diferentes agrupaciones políticas. Sin embargo, para lograr que Pedro Castillo deje el cargo como gobernante se requiere la votación de 87 parlamentarios. Para que prospere el desafuero presidencial todavía se necesita un número de votos relativamente alto para un parlamento altamente fragmentado.
Es posible que el gobierno de Castillo tiene un moderado optimismo político porque la oposición no cuenta y no logrará sumar los votos necesarios para la vacancia, sin embargo, como suele suceder en cualquier atmosfera política las lealtades pasan a un segundo orden cuando es más fuerte los intereses particulares.
Existen dos escenarios posibles: si prospera la vacancia presidencial, el parlamento sobrevivirá con respiración artificial ante los ojos de rechazo de la opinión pública, y en caso de fracasar, el presidente Pedro Castillo podría salir favorecido porque todo ataque de alguien con mayor desaprobación o descredito favorece al atacado. ¡Lo que no mata, te hace más fuerte!
Domingo, 04 de diciembre del 2022
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