El presidente, Pedro Castillo, pudo sortear embates políticos desde que juró al cargo desde julio a diciembre del 2021. Tiene al frente un bloque de oposición política dispuesta a no pasar por alto ningún error. También tiene al sistema de medios de comunicación con su propia agenda. Nos guste o no, al amparo de la libertad de expresión y vivir en democracia se convierte en una condición. Pero sobre todo tiene que cumplir con la expectativa de la población que confió en él o tendrá que tener las maletas listas para retirarse.
En tanto, la economía peruana todavía se mantiene en incertidumbre internacional y desde luego impacta en la vida diaria. El gobierno está obligado a generar un clima de estabilidad económica para atraer inversiones ya que la mayor fuente de empleo en el Perú es el sector privado. La grande y pequeña inversión no llegará cuando existe incertidumbre política.
Por otro lado, este año se llevará a cabo el proceso electoral para elegir a alcaldes y gobernadores. Será una compaña complicada porque de izquierdas a derechas la desconfianza ciudadana es cada vez mayor.
Actualmente, hay varios gobernadores regionales, exalcaldes y acaldes en prisión o con procesos judiciales. En la región Junín, tres anteriores gobernadores (Vladimiro Huaroc, Vladimir Cerrón y Ángel Unchupaico) tienen procesos penales. Incluso, el actual Gobernador Regional, Fernando Orihuela tiene procesos abiertos con la justicia.
Sin embargo, tenemos a una ciudadanía que desconfía de los políticos. Y, la insensatez de algunos políticos acusados de corrupción por volver a postular a un cargo público. Olvidan que hay momentos en la vida política que es mejor retirarse.
La ciudadana espera de los políticos cierta dosis de desprendimiento personal para retirarse de la actividad política, y no ver una suerte de mercado persa donde todo se compra y se vende al mejor postor.
Domingo, 02 de enero del 2021
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